Es mediante la acción que se materializan las ideas. Si nos quedamos solo en la intención, por muy buena y fantástica que sea, no se producirán los efectos deseados en nosotros y en nuestra vida.

Si alguna vez has aprendido a conducir un coche, a cocinar tu comida favorita, o aprendido otro idioma, entonces sabes que alcanzar el éxito en algo requiere ir más allá de simplemente leer o escuchar sobre ello. Puedes leer una montaña de libros de autoayuda, guías de diferentes temas, artículos sobre todo tipo de técnicas o visualizar cientos de horas de vídeo pero, la realidad es que, todos los recursos del mundo sólo pueden llevarte hasta cierto punto de mejora.
¿Cuánto bien puede hacerte el hecho de conocer una técnica increíblemente efectiva si nunca la pones en práctica?
Leer es un gran primer paso para realizar los cambios necesarios en tu vida, sin embargo, los verdaderos cambios tan sólo se dan una vez emprendes la acción. Si continúas leyendo y leyendo y no haces nada con lo que estás aprendiendo, al final se convierte en una forma de procrastinación, y la procrastinación y el éxito no son buenos amigos.
Si no estás convencido de esto, aquí hay 4 razones por las que emprender la acción es un elemento crucial a la hora de alcanzar resultados:
1. Las acciones “activan” la información obtenida
¿Qué cambia después de haber leído un post motivador con útiles y prácticos consejos? Nada, a no ser que seas capaz de usar esa información para realizar cambios reales y tangibles. Leer un libro sobre cómo tener más confianza en uno mismo, por ejemplo, no te transforma mágicamente en una persona libre de inseguridades. Tan sólo mediante la aplicación práctica, puede la información llegar a ser verdaderamente útil. No hay excepción.
“La acción más pequeña vale más que la intención más grande". Jiddu Khrisnamurthi
2. Las acciones facilitan la elección
¿Cómo puedes llegar a saber si hay técnicas, herramientas y/o consejos que funcionan o no para ti si nunca las has probado? Hacer los cambios necesarios para avanzar requiere pasar por numerosos intentos y errores que te ayudarán a descartar las técnicas que no funcionan para ti. ¡Esto te permitirá concentrarte en practicar y perfeccionar los que sí funcionan!
3. Las acciones crean hábitos, lo que conduce al éxito
Es importante entender que tanto el cambio como el éxito son procesos continuos. No es suficiente con realizar una acción, hacer un intento o aplicarte durante un día. Las nuevas acciones que inicialmente requieren mucho esfuerzo se convierten progresivamente en patrones habituales de comportamiento. La parte más dura de emprender acciones hacia el cambio es, precisamente, empezar. Cuanto más repitas una acción, más natural se volverá para ti, pero si nunca empiezas, nunca llegará a ser un hábito.
4. Las acciones refuerzan tu sensación de logro
Hacer el esfuerzo de leer y ver sobre diferentes temas puede darte una falsa sensación de triunfo. Como pones todo ese esfuerzo en leer esos libros o ver esos vídeos se supone que deberías cambiar inevitablemente ¿Verdad? ¡Error! Lamento decirte que si te encuentras en una situación en la que consumes horas y horas de vídeos y lees toneladas de libros y
artículos pero nunca realizando ninguna acción, entonces debes explorar la posibilidad de que esa sea tu manera de justificar la procrastinación y resistirte al cambio.
“La acción es la clave fundamental de todo éxito”. Pablo Picasso
Continuar con ¿Por qué la acción lleva al éxito? Parte II
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