Allá por 2013 mi vida iba todo lo bien que cabría esperar. Unos años antes, me había licenciado en Administración y Dirección de Empresas en Barcelona (yo soy de Ibiza), y en ese momento vivía en Madrid donde trabajaba en organización y producción de eventos, principalmente musicales. 

 

Un amigo y compañero me propuso asociarnos y desarrollar un proyecto ambicioso y a la vez muy ilusionante. Creamos una empresa y tras más de 2 años de intentos, fracasamos. 

 

Cometimos muchos errores y lo pagamos muy caro. Tuvimos que cancelar el proyecto y cerrar la empresa. Además de la inversión perdida, habíamos contraído una deuda de más de 50.000€. Esto supuso un golpe muy duro para mi y tuve que tomar una decisión importante. 

 

​

​

Así es como en 2015 volví a casa a recuperarme y “lamerme las heridas”. 

​

Empecé a trabajar para devolver la deuda pero sabía que iba a ser algo temporal y quería estar preparado cuando llegase el momento de escoger qué quería hacer a continuación, así que me pregunté: ¿Cuál es mi siguiente paso? ¿Hacia dónde quiero dirigir mi vida? 

 

En este momento vital reconecté con algo que llevaba tiempo dormido dentro de mi.  Quería hacer algo que tuviera que ver con ayudar a los demás a vivir la vida de la mejor manera posible.

​

Fue entonces cuando empecé a formarme en Coaching, PNL, Inteligencia Emocional, Psicología positiva, etc. Todo lo que me llamara la atención y que tuviera que ver con ayudar a otras personas. No voy a nombrarlas todas porque me extendería.

​

Conecté enseguida con la Metodología del Coaching y, sobretodo, con el hecho de que me permitía ayudar a las personas a tomar consciencia, a sentirse mejor y a mirar hacia delante, cosa que siempre se me ha dado bien.

​

Las personas cercanas a mi siempre me decían que cómo puede ser que la gente que conozco tan poco me cuente cosas tan personales. 

​

Yo creo creo que lo único que hacía era escuchar sin juzgar y hacerles preguntas para saber qué era lo que realmente querían.

Al final, de manera muuuy resumida, en eso se basa el coaching.

​

​

​

Entre 2016 y 2017, mientras continuaba trabajando para pagar mi deuda, me certifiqué como Coach y Practitioner en Programación Neurolingüística.

​

Durante la formación descubrí gracias a mis maestros, la importancia de conocerse a uno mismo para así poder decidir la vida que quieres y poder hacerla realidad.

​

​

​

A finales de 2018 decidí que era el momento de dar el salto y empezar a dedicarme a lo que había descubierto que era mi pasión. 

Así que eso hice, y desde 2019 me dedico al Coaching de manera profesional. A la vez continué formándome en diferentes áreas, especialmente en Programación Neurolingüística y obtuve mis títulos de Master y Trainer en PNL con Enrique Jurado y el Co Creador Frank Pucelik. 

​

En este tiempo que llevo ejerciendo he descubierto que el principal motivo por el que no conseguimos nuestras metas se encuentra dentro de nosotros.

​

Lo pude experimentar en primera persona cuando quería vivir del coaching y no lo conseguía; y en algunas de las formaciones que realicé, me ayudaron a romper muchos bloqueos internos que me limitaban sin yo saberlo. 

​

​

​

Ahora, mediante las técnicas y preguntas adecuadas acompaño a otros en el proceso de detectar qué es lo que les está limitando para ayudarles a expandir su visión y contemplar nuevas alternativas que les hagan más libres.

​

He decidido que quiero seguir creciendo personalmente, porque esa es la base de que el resto de áreas me funcionen y por eso siempre estoy buscando qué es lo siguiente que quiero aprender para aplicar en mi mismo y posteriormente en mis coachees.

​

Actualmente, ayudo a personas a vivir la vida que quieren a partir de conocerse mejor y a alcanzar sus objetivos, a conectar con su esencia y poner sus talentos al servicio de la humanidad aportando valor. 

​

Y es que todo ser humano tiene el talento para llevar a cabo aquello que ha venido a hacer. Lo único que la vida nos exige es ponerlo en práctica a nuestro servicio y al de los demás. 

​

Mirar dentro de ti y observar lo que el mundo necesita y “encajarlos” de alguna manera. Es decir, reconocer tu valor e identificar los problemas del mundo dará como resultado una profesión consciente con la que te identifiques y que esté alineada con tus valores. Esa es la clave.