Es momento de sacar lo mejor de nosotros y hacer de este desafío una oportunidad.
Al escribir esto, millones de personas en todo el mundo nos encontramos en casa siguiendo las medidas para combatir la pandemia del Coronavirus.
Dentro de semanas o meses esta situación estará, esperemos, controlada. Probablemente con miles de muertos, negocios quebrados, familias destruidas y algunos países sumidos en el caos.
Nos encontramos en un momento de gran incertidumbre, aunque, si de algo estoy convencido, es de que nada volverá a ser como antes. El mundo no volverá a ser como antes, de la misma manera que una persona no vuelve a ser la misma después de un suceso traumático en su vida.
Escucho a amigos decir “qué ganas de que todo vuelva a ser como antes”. Eso no va a pasar, y te diré más, no debería pasar.
Esta crisis que estamos viviendo es, sin duda, un drama; pero también es una gran oportunidad.
“En medio de la dificultad está la oportunidad” A. Einstein
Es una gran oportunidad como individuos, como sociedad y como humanidad para hacer un ejercicio de reflexión y toma de conciencia.
Todo esto pasará. Como dice Victor Kuppers -“No estamos en un pozo, Estamos en un túnel, y de los túneles se sale.”- Pero yo creo que no vale salir de cualquier manera.
Si de todos esto sacamos poco más que habernos acabado el catálogo de Netflix, ¿de qué habrá servido?
No me malinterpretes, durante estos días dedica tiempo al ocio, a la diversión, a la distracción y al descanso. (¡No hay nada de malo en ponernos al día con nuestras series favoritas!).
Pero, por favor, también dedícalo a valorar, apreciar, agradecer, reconsiderar y reformular tus prioridades, tu sistema de creencias, tu escala de valores y todos los aspectos importantes que rigen tu vida.
Aprovechemos para practicar y mejorar la resiliencia y nuestra capacidad de adaptación al cambio y para adquirir nuevos hábitos que nos darán confianza y seguridad en el futuro.
Afrontemos la situación con una mentalidad positiva. Esto nos permitirá entender que, a pesar de las circunstancias, por muy difícil que sea, siempre existen oportunidades para seguir aprendiendo y avanzar como personas y como sociedad.
Esta es una ocasión para parar y mirar hacia dentro.
Sé que este ejercicio de introspección puede ser aterrador. Puede que al hacerlo nos cuestionemos a nosotros mismos y que los pilares en los que nos hemos apoyado hasta ahora se tambaleen. Nos da miedo pensar en qué hemos estado empleando nuestro tiempo, y a qué le hemos dedicado nuestra vida y sentimos la fragilidad del sistema en el que hemos depositado nuestra confianza.
Al detenerte, quizás te preguntes algo que puede que jamás antes te hayas preguntado: ¿realmente qué me hace feliz? ¿cómo quiero que sea el mundo en el que vivo?
Responder a estas preguntas muy probablemente implique aceptar que hay un cambio necesario que realizar. Cuando lo hagas recuerda que:
“El cambio no es doloroso, solo la resistencia al cambio lo es” Buda.
Si cambiamos como individuos, inevitablemente cambiaremos como sociedad y como humanidad. Es momento de sacar lo mejor de nosotros mismos y hacer de este desafío una oportunidad.
No nos estanquemos en buscar culpables o en preguntarnos por qué ha pasado esto, y empecemos a pensar en qué podemos aprender de todo ello. Todos tenemos mucho sobre lo que reflexionar.
Y no es una cuestión de no tener en cuenta las responsabilidades que pueda haber pero hemos de escoger; o nos lamentamos y sufrimos culpabilizando y victimizándonos, o nos reinventamos, cambiamos, transformamos, rediseñamos y crecemos.
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender” Alvin Toffler
Si no es por nosotros, hagámoslo por los que no van a tener la oportunidad de hacerlo y por los que se están esforzando tanto por que podamos superar este momento.
El coste humano será elevado. Hay muchas personas que no tendrán un tiempo post cuarentena. Hagamos que no sea en vano.
Cuando termine el confinamiento, el mundo que nos vamos a encontrar va a ser muy diferente al que dejamos.
Está en nuestras manos que sea un mundo más parecido al que queremos y deseamos. No eludamos nuestra responsabilidad y asumamos nuestro papel como co-creadores de la realidad del mundo.
Es una oportunidad para hacerlo mejor y, como con todas las oportunidades, habrá algunos que la aprovechen y otros que no.
No sé tú, pero yo quiero ser de los primeros.
No estamos juntos pero estamos unidos.
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