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VIVE TU DESTINOⓇ

LA BÚSQUEDA INCOMPLETA 

¿Cuántas veces has escuchado que la clave para encontrar un camino profesional que te llene es "buscar en tu interior"?

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Es un “mantra” que aparece una y otra vez en libros, cursos de reinvención profesional y en cientos de blogs.

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Por eso, muchas veces, cuando las personas están insatisfechas con su trabajo y no saben qué otra cosa podrían hacer, suelen intentar lo siguiente:

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-Pensar y reflexionar sobre qué es lo que quieren. 

-Conectar con su niño interior para recordar qué es lo que les apasionaba de pequeño.

-Hacer ejercicios de introspección para ver si así se les ocurren ideas nuevas.

-E incluso irse a meditar para tratar de "encontrarse a ellos mismos".

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Sin embargo, aunque todos estos métodos basados en mirar hacia dentro son útiles, en la práctica, por sí solos, no suelen dar muy buen resultado.

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Lo que les suele pasar a las personas que los usan es que, por mucho que buscan y bucean en su interior, sólo se les ocurren un puñado de caminos profesionales diferentes que podrían tomar.

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Ninguna de esas opciones posibles les convence, porque además la mayoría suelen ser muy parecidas a lo que ya conocían o ya están haciendo en ese momento...

 

Así que llegan a la conclusión de que su problema es que:

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-No saben qué les gusta o no les gusta nada.

-No existe en el mundo ninguna opción con las características que buscan.

-No han profundizado lo suficiente y por lo tanto necesitan leer más libros y blogs y hacer más ejercicios introspectivos.

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Habitualmente, el verdadero motivo por el que no consiguen encontrar un camino profesional que les llene por esa vía no es ninguno de esos, sino otro mucho más simple y fácil de corregir.

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Si te fijas, todas las estrategias anteriores parten del mismo supuesto: que con mirar en tu interior es suficiente. Que la respuesta completa está ahí dentro en algún lugar. 

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Pero… ¿y si no fuese el caso?

¿Y si ese trabajo a tu medida no se encuentra sólamente dentro de ti?

¿Y si tu “búsqueda” fuera incompleta?

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Fíjate en este gráfico que representa todos los caminos profesionales que existen en el mundo:

Como puedes comprobar, el gráfico tiene tres zonas bien diferenciadas:

 

Una zona verde claro que representa aquellas opciones que sabes que existen y que además conoces bien. Por ejemplo, si has estudiado Magisterio, seguramente conozcas la opción de sacarse unas oposiciones para maestro porque es la principal salida profesional de esa carrera.

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Una zona verde oscuro que representa aquellas opciones que sabes que existen pero que no conoces bien. Por ejemplo, sabes que hay personas que trabajan elaborando pan, pero no tienes ni idea de cómo es el día a día de un panadero, cuánto cobra, que horarios tiene, etc.

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Una zona roja que representa todas las opciones que ni siquiera sabes que existen. Por ejemplo, seguramente no sepas que hay gente que se gana la vida enseñando a surfear a perros (incluso hay un mundial), o probando toboganes acuáticos, ni tampoco conozcas la mitad de los modelos de negocio y oportunidades que han surgido en estos últimos años alrededor de internet y la tecnología blockchain por poner algunos ejemplos.

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Cuando únicamente buscas en tu interior, sólo estás considerando las opciones de tu zona verde, porque por mucho que reflexiones, pienses o medites, es muy difícil que se te ocurra algo que ni siquiera sabes que es una posibilidad.

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De esta manera te estás olvidando de toda tu zona roja. De esas miles de opciones que ahora mismo ni siquiera sabes que existen, y entre las que puede que se encuentre ese camino profesional "a tu medida" que estás buscando.

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Eso fue justamente lo que le pasó a Lucia. 

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Lucia estudió ciencias gastronómicas. Cuando terminó la carrera –como tantos otros jóvenes–no sabía exactamente qué hacer con su vida.

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En este momento, y mientras se aclaraban sus ideas, decidió echarse la mochila al hombro y marcharse a hacer un estudio de postgrado de 3 meses a Haití. 

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Debido al terremoto que había golpeado severamente el país, Haití se encontraba en una situación muy dura. 

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Cuando Lucia llegó a Haití le llamó la atención que los niños hacían galletas de barro para comérselas y que vivían en unas condiciones infrahumanas. 

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En pocos días descubrió una realidad que le impactó profundamente y tras darse cuenta de que las ONG’s que operaban allí no estaban haciendo lo suficiente, y de que esos niños apenas tenían recursos y agradecían como nadie todo lo que hacían por ellos, decidió que tenía que quedarse a ayudarles.  

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Lucia buscó una casa que no tenía ni puertas ni ventanas y allí comenzó la historia de su primer orfanato.

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Se volcó por completo con la comunidad y utilizó sus ahorros para   ofrecer alimento, refugio, educación y ayuda psicológica al máximo número de niños haitianos posible.  En ese momento lo tuvo claro: no se marcharía de allí.

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Con el tiempo Lucia fundó su propia ONG llamada “Ayitimoun yo” con la que, después de más de 10 años, continúa ayudando a los niños haitianos a salir de la hambruna, la esclavitud y la pobreza extrema y tener una vida digna y feliz.  

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Ella es feliz trabajando y viviendo en Haití, donde vive con la familia que ha empezado a crear y si en algún momento pasas por allí te animo a que vayas a visitarla, porque pasa la mayor parte del año allí ayudando a los niños.

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Así fue como Lucia encontró su camino.

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He compartido contigo esta historia para mostrarte que, por muchas vueltas que le hubiese dado y por mucho que hubiese buscado en su interior, a Lucia nunca se le habría podido ocurrir crear una ONG en ese rincón del mundo si sólo hubiese usado la introspección.

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Más que nada porque ni sabía prácticamente nada del lugar, ni conocía las condiciones en las que estaban esos niños, ni había sentido la necesidad de ayudarles como lo hace ahora.

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Lo que le permitió a Lucia encontrar el trabajo de sus sueños fue descubrir una nueva opción que encajaba con ella y hasta ese momento había estado en su zona roja.

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Y para descubrirla, tuvo que conocer a gente diferente y exponerse a situaciones nuevas para ella.

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En definitiva: tuvo que "buscar" también fuera.

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¿Quiere decir esto que la introspección y el buscar en tu interior no sirven para nada?

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¡En absoluto!

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Mirar hacia adentro es necesario. Simplemente significa que no es suficiente.

Y es que, para poder encontrar un camino profesional que te llene, primero debes tener una visión completa de los distintos caminos que existen y que podrías tomar, y para eso necesitas buscar dentro de ti... pero también fuera.

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Ese es el motivo por en el que en Vive tu Destino te explico cómo hacer ambas cosas:

 

Te enseño a usar la introspección para conocerte y conectar con tu propósito y a  identificar caminos profesionales que ya conoces y que podrían encajar contigo.

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Y también te enseño a encontrar nuevas opciones y caminos que hasta ese momento no se te habían ocurrido o no conocías

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De esta manera, combinando ambos tipos de búsqueda, el 100% de las personas con las que he trabajado consigue hacer una lista de al menos 30 opciones diferentes que podrían tomar, algo que la mayoría consideraba imposible antes de empezar.

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Pero, una vez que has hecho esa lista y tienes una visión completa de las distintas opciones a tu alcance… ¿Cómo sabes cuáles son las que realmente encajan contigo y cómo determinas cuál de todas ellas es la que más te conviene tomar?

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Justamente de eso es de lo que te en la próxima publicación.

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Un abrazo enorme,

​

Daniel.

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